ENCUENTRA LA FUERZA

LOS MIEDOS ATAN

EL AMOR INCONDICIONAL LIBERA


En las terapias complementarias los miedos son los que generan bloqueos tanto energéticos como físicos. Los miedos son los que nos impiden evolucionar como personas. Los miedos paralizan la vida y el movimiento. Son los que nos transforman en “vegetales”. Desde siempre los miedos están relacionados con la oscuridad y la negación. La rigidez y el estancamiento es la consecuencia del miedo, llegando a la falta de amor de uno mismo.

Hay dos tipos de miedos: miedos conscientes y miedos profundos que están bien guardados en el inconsciente.

Los miedos conocidos se pueden currar con un trabajo personal de experimentar el miedo. Los miedos profundos son heredados según la debilidad de cada uno.

El ser humano está hecho por los cuatros elementos unidos por el éter primordial o “soplo” de Dios.

Cuando no tenemos equilibrio en los cuatro elementos aparecen las debilidades que generan miedos y se transforman en bloqueos que pueden llegar a la enfermedad.

Los miedos profundos son transmitidos de los padres por la genética y se instala en el bebé antes de nacer, por eso se quedan en el inconsciente. Tenemos miedos sin consciencia de tenerlo.

¿Cómo y cuándo actúan estos miedos?

Actúan en una manera que no queremos y en momentos puntuales cuan no sabemos porqué reaccionamos así. Estos momentos son los que nos aleja de nuestra paz y de nuestro ser interior de luz dando alteraciones de consciencia acompañada de mal estar, bajadas de vitalidad e insomnios.

Así como el cuerpo físico necesita comida para funcionar y los cuerpos etéricos necesitan “comida”. El cuerpo mental necesita informaciones para procesar y aprender. El cuerpo astral necesita amor para dar y recibir.
Los miedos se activan en el ser humano a través de los cuatro elementos por los sentidos.

El elemento aire por la nariz. Muchas veces un olor raro nos altera el pensamiento.

El elemento fuego por los ojos. Una mirada distinta nos inquieta.

El elemento agua por los oídos. Un tono de voz o una palabra nos pone “enfermos”.

El elemento tierra por el tacto. En vez de acariciar a alguien aparece el maltrato físico.

Podemos salir del miedo actuando diferente.

Si un olor me despierta algo interior entonces abro la ventana o tengo en cuenta que información me transmite.

Si una mirada me altera, no me quedo atrapada en el miedo procuro mirar en un lado diferente procesando lo que veo con una respiración muy profunda o con un bostezo.

Si una palabra me hiere, no lo tomo personalmente, primero miro cual es el estado emocional de mi interlocutor y para darme tiempo de procesar bebo un poco de agua.

En los casos de maltratos, el que maltrata es un gran miedoso, y está bien no quedarse a su lado. El que maltrata necesita terapia y NADIE en el mundo merece ser maltratado.

Los miedos mostrados por los cuatro elementos se manifiestan en el cuerpo físico por alteración del Sistema Nervioso Central por medio de Plexo Solar donde está la seguridad de la persona.

Existe el concepto de persona “cerrada” que se refiere a una persona que no hace cambios.

La sabiduría popular ha transmitido en palabras sencillas la información esotérica. Un Plexo Solar en defensa, muestra una persona “cerrada” o miedosa. Los cuatro elementos se unen en el Plexo Solar y da la individualidad de la persona. La negación cierra y pone en defensa el Plexo Solar y el positivismo armoniza y relaja el Plexo Solar.
La activación del ADN comienza con un Plexo Solar en armonía donde el individuo manifiesta el amor incondicional sentirse libre y dejar a los otros también libres.

Los miedos atan el amor incondicional libera.

Los que trabajamos en las terapias complementarias sabemos que una postura derecha nos habla de un Plexo Solar en equilibrio. Hasta la forma de andar y de apoyar los pies en el suelo nos dan indicios sobre el carácter de la persona. Una mala postura comienza desde los pies.

Estrella Frone.

No hay comentarios:

Publicar un comentario